La realidad aumentada a través del navegador web (webAR) ha logrado viralizar esta tecnología y ponerla por fin al alcance del gran público. Aunque las posibilidades técnicas que ofrece son más limitadas que las que encontramos en una app de realidad aumentada, su sencillez de acceso y su distribución por un simple enlace, la convierten en una de las herramientas de la comunicación digital con mayor potencial.
Cualquier producto que se quiera mostrar, vender o promocionar, puede tener su webAR. Así, el usuario podrá colocar el modelo 3D del producto en cualquier superficie de su entorno e interactuar con él cambiándolo de lugar, modificando su escala o rotándolo. Durante todo momento, el usuario podrá capturar y compartir imágenes y escenas creativas de la combinación del modelo 3D con el escenario real donde se encuentre.